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sábado, 24 de mayo de 2014

Río Grande

¡El primer cruce en balsa de Iubirí!



 Salimos con Cami el 1 de mayo desde Laguna Azul a las 8 de la mañana. Hacía muuuucho frío pero queríamos cruzar temprano las fronteras con el fin de llegar de día a Río Grande. En un ratito estábamos haciendo los papeles en la Aduana y una de las preguntas era: ¿Lleva semillas, frutas o verduras? ehhh, ups!!! Llevábamos semillas perforadas y nos quedaban dos hojas de acelga que debimos abandonar porque no recordábamos que estaban allí.

Justo antes de salir se nos acercó Damian, un mochilero cordobés que hace dos años vive en Ushuaia. y nos pidió que lo llevemos a R. Grande. Por supuesto que accedimos, y enseguida empezaron las charlas, risas y buena onda. Le aclaramos que el viaje sería largo y lento pero no tuvo problemas así que los tres empezamos a rodar por el camino de ripio. Cruzamos la balsa hasta Tierra del Fuego y las últimas dos fronteras. No voy a negra que lo disfruté, pero cuando llegamos a Río Grande me pude relajar completamente hasta el punto de dormirme casi de inmediato cuando cerca de las 19 horas estacionamos en la YPF (nuestro refugio en lo que va de viaje). Casi 11 horas de viaje!!!!




Al otro día a la mañana, luego de una buena ducha, nos contactamos con Juampy, otro Cordobés recontra buena onda que vive en R. Grande hace muchos años. Nos encontramos con el y nos llevó a su casa. Un lugar que ni bien entramos sentimos la linda vibra que tiene. Nos llevó a conocer la ciudad y hasta vimos el atardecer en un sillón abandonado en la playa!!!



A la noche ya teníamos una casa para dormir calentitos y muy cómodos...¡más no se puede pedir!
El sábado transcurrió velozmente y mientras Juampy, Any (su compañera) y Cami fueron a bailar danzas circulares, yo me quedé trabajando en la casa con el proyecto de las capacitaciones. A la noche, nuestros nuevos amigos nos agasajaron con unas ricas pizzas caseras y pasamos un excelente rato jugando, contando historias, etc. Creo que las fotos hablan por si mismas...



Y así se fue el fin de semana, tranquilo y calmo esperando al lunes para arrancar con los proyectos.
Como ya les conté, Cami decidió quedarse y juntos acordamos compartir este viaje/vida por todo el tiempo que sintamos hacerlo. Ella va a ir pensando que hacer y por lo pronto vamos a compartir el taller de "Creciendo con Derechos", hasta que pueda desarrollar algún proyecto relacionado a su profesión (geología) y así también tener cada uno tener el suyo.



El lunes hubo un par de entrevistas y yo fui al Ministerio de Educación pero me encontré (nuevamente) con la pared de burocracia y tampoco se pudo hacer allí. A veces da bronca, pero según quien me atendió "El tema de los Derechos del Niño ya está cubierto y no se necesita nada con respecto a eso". Una pena que ni siquiera se haya tomado la molestia de leer el proyecto o la nota que presenté en el Ministerio. "Ya vendran tiempos mejores", diría mi abuelo.

El miércoles, jueves y viernes nos dedicamos a intentar vender en la Calle San Martín fuera del Carrefour y conocimos gente muy linda como los vendedores Milko, Eloy, Fanny y Lucas. También conocimos personas muy interesantes como Pato con sus hijos Tamara y Matías. Gisella y Daniel pasaron a saludar y pudimos compartir lindas charlas. Hubo mas gente pero no recuerdo los nombres (les pido mil perdones por la falta de consideración y respeto).




Un capítulo aparte merece Germán, nuestro papá postizo de Río Grande. Desde que lo conocimos pasó todos los días para ver si necesitábamos algo, nos regaló comida y un montón de cosas mas. Pero lo más importante fue que pasó un montón de tiempo charlando, compartiendo su sabiduría con nosotros, aconsejando, y tan linda fue la relación que el último día nos invitó a su casa a almorzar, nos presentó a parte de su familia y nos trató como un integrante mas. Para nosotros es muy importante y lo valoramos mucho porque estamos lejos de nuestros seres mas queridos y en ocasiones se torna muy duro.

El sábado nos íbamos a Tolhuin y con mucha inteligencia Juampy nos propuso probar las cadenas de nieve. Fue una sorpresa cuando descubrimos que no andaban en nuestras ruedas porque son más anchas así que no nos quedó otra alternativa que salir a comprar otras. A la mañana nos fuimos a despedir de nuestros amigos y cuando estábamos buscando las cadenas adecuadas en diversos negocios, nos chocaron de atrás luego de cruzar una loma de burro y la persona se fue a toda velocidad escapando de su responsabilidad. Lo positivo fue que solo nos abolló el paragolpes y Juampy nos ayudó (lo hizo casi todo el solito) a arreglarlo para poder estar el martes listos para partir hacia nuestro nuevo destino.





Deseo agradecer enormemente a Juampy. No solamente por la gran mano en la reparación de la kombi sino por la buena vibra con la que nos trató, por la paciencia que nos tuvo, por las charlas, por abrirse, y sobre todo por brindarnos su amistad. Por todo eso y mucho más...¡GRACIAS JUAMPY!
Río Grande nos trató magníficamente bien, nos llevamos hermosas experiencias, amigos recuerdos y quedan promesas pendientes que deberemos cumplir dentro de unos días cuando regresemos para seguir camino hacia el norte.
Por lo pronto es... ¡Hasta dentro de unos días amig@s de Río Grande!

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